Todas las canciones que me regalaste no tienen sentido.
No tienen sonido. Ni letra, ni música.
No tienen acordes.
Se quedaron vacías.
Por un momento pensé que podríamos ser el cielo, el viento, la nieve...
Sólo agrandamos la distancia.
Sólo silenciamos las palabras.
Sólo tomamos caminos diferentes.
Nada sucedió.
Lamento no estar cuando tu alma me busque entre los escombros del ayer.